El programa de defensa de la costa meridional española mediante la materialización de las medidas contempladas en el Reglamento de 1764 tuvo un efectivo complemento en una actividad diplomática que, a diferencia de lo que había ocurrido en los reinados anteriores, durante el de Carlos III, perseguirá el establecimiento de planes de paz con los musulmanes. Así, después de varias expediciones de castigo contra Argel entre 1775 y 1783 como respuesta a sus agresiones, el almirante José Mazarredo llegará a esta ciudad en julio de 1786 al frente de una escuadra para firmar al fin un Tratado de Paz, Amistad y Comercio. Junto a este, suscribirá otros con Marruecos, Turquía y Trípoli, y en 1791 también lo hará con Túnez. Esta intensa actividad diplomática se tradujo en la desaparición del estado de guerra que había permanecido vigente entre la corona española y las potencias norteafricanas a lo largo de tres siglos.
Carlos III (Madrid,1716-Madrid,1788). Rey de España desde 1759. «La paz entre el rey español Carlos III y la regencia de Trípoli». Pintura de Pere Pau Muntanya (1749-1803). Salón de Carlos III en el antiguo Palacio de la aduana. Barcelona. España
La inmediata consecuencia de estos acuerdos, sumados a la ampliación y consolidación de infraestructura costeras defensivas, fue, además de la pacificación del occidente mediterráneo, el comienzo de fructíferas relaciones comerciales, interrumpidas secularmente, hasta el extremo de que con anterioridad a la conclusión del siglo XVIII pueden hallarse comerciantes musulmanes asentados en las ciudades portuarias del Reino de Granada.